(Apartes
del libro Antología genial de los Patojos, y artículos publicados por Jaime
Vejarano Varona
y Jesús Astaíza Mosquera (Pensionado SENA)
y Jesús Astaíza Mosquera (Pensionado SENA)
En los tiempos de "mamá upa",
cuando en Popayán nuestras calles eran empedradas y el piso de las casas era en
ladrillo, en sus intersticios polvorientos se criaban abundantemente las
niguas, bichos que se introducían en los pies descalzos de las gentes de ese
entonces y producían una rasquiña, por
cierto algo placentera, la cual impedía caminar correctamente y hacían
balancear el cuerpo de la misma manera que lo hacen los loros y por eso nos
apodaron a los payaneses como "Patojos".
Se sostenía que nuestra inteligencia se
debía a la “savia” que producía la
picada de una nigua (la enfermedad del ingenio y del talento[i]). Sino que lo diga el Sabio Caldas, que fue el
más picado de todos.
Basta recordar al ilustre patojo
Guillermo León Valencia, quien fuera presidente entre 1962 y 1966. De los patojos patojos, ha sido el más representativo. No le daba ni pizca de temor decir que venía
de la cofradía de las niguas, del pambazo, las empanadas y tamales de pipián.
Valdría la pena organizar en el
SENA un plan de negocios; un cultivo de niguas, pues ante tanta fama,
tienen un mercado asegurado. El aviso
clasificado puede ser:
Recopiló: Blanca Ruth Hormaza A
[i] París,
febrero 20 de 1937, importante correspondencia europea de carácter científico.
“el ingenio y el talento no son dones naturales del hombre, sino un estado patológico…Popayán, el medio por
excelencia para la producción de la NIGUA y sus bacterias.. ”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario